Cacharreando con moléculas: los peligros del ‘biohacking’
En octubre de 2017, Josiah Zayner se inyectó una solución de ADN en el brazo para, teóricamente, aumentar el tamaño de sus músculos. Todo el proceso fue retransmitido en directo por internet. «Quería demostrar lo lejos que había avanzado la ingeniería genética, que no es tan cara y puede ser usada por cualquiera que tenga los conocimientos», explicó a EL PAÍS RETINA durante una entrevista por correo electrónico.