Innovación para plantar cara al párkinson (o al menos a sus efectos)
A nadie le sorprenderá leer que el párkinson no tiene cura –al menos por el momento–. Nos gustaría escribir lo contrario, pero las enfermedades neurodegenerativas van consumiéndonos hasta llevarnos a un punto de no retorno. Entre ambos extremos emergen una serie de grises que, con el tiempo, pueden revertir el desarrollo de esta patología. La tecnología ha dado alas a muchos tratamientos que plantan cara a la gran mayoría de síntomas y cambian el día a día de unos 150.000 españoles que la padecen, según datos de la Sociedad Española de Neurología.