La rebelión de las plantas llega a la gasolina de los aviones
La necesidad agudiza el ingenio. Llega un momento en el que las situaciones rozan unos límites que cualquier idea es bienvenida. Por marciana que parezca, puede tenerse en cuenta. Algo así ocurre en el sector de la aviación, que observa con preocupación cómo su impacto en el medio ambiente no ayuda a contener el cambio climático. Un estudio de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) concluye que los aviones representan solo el 2% del total de emisiones carbono; aunque, con el ritmo de crecimiento actual de vuelos comerciales, en 2050 lo habrán triplicado. “Reconocemos como industria la necesidad de atajar esta tendencia para combatir el reto que supone el cambio climático”, determina el informe.