Empatía empresarial para domar el efecto mariposa
Alcanzar audiencias mundiales. Esa es la gran obsesión de las empresas y de sus directivos. Subirse a la ola de la globalidad para extender sus redes por todos y cado uno de los rincones del planeta. Lograr que ni en el más recóndito rincón de la selva más perdida del continente más lejano su mensaje pase inadvertido. ¿Ambicioso? Mucho. ¿Arrogante? Pues un poco también.