El desarrollo social en Venezuela cuenta con el interés del empresario privado

¿Cómo lograr cambiar la estructura base en la sociedad? ¿Cómo apoyar el desarrollo? Gestionar para que las comunidades adyacentes a las grandes empresas formen parte del desarrollo es clave. Diversos sectores del empresariado venezolano tienen claro el compromiso que significa trabajar durante muchos años en zonas rurales como lo cuenta Benito Rodríguez ingeniero dedicado al sector construcción a través del suministro de materiales, lo que implica un trabajo destinado a lograr la calidad del producto y el buen servicio a los clientes.

Estos principios se tratan de trasladar a la comunidad adyacente a la empresa a través de un trabajo social constante en los que predominan el acercamiento a la fe, la formación deportiva y la formación artística, ya que Benito Rodríguez insiste en que además de la educación formal es importante dar a las personas herramientas creativas que contribuyan también con su bienestar fisico, intelectual y emocional

La Colina de San Francisco ha sido uno de los grandes retos de la familia Rodríguez quien tiene en la zona de Caucagua más de cuarenta años.  El trabajo desarrollado en el ámbito social se realiza bajo la premisa de que el mundo ha evolucionado en la forma de acercarse a la gestión para aquellos cambios necesarios en función del desarrollo.  En la actualidad su directiva en la persona de Benito Rodríguez, trata de mostrar el trabajo que se realiza con el objetivo de estimular ael empresariado de todo el país a invertir en el bienestar social

Venezuela no se queda atrás en la búsqueda de esas vías tan importantes fundamentadas en aquel viejo dicho de “que no hay que dar el pescado, si no la caña de pescar”. En el pasado fue quedando aquel viejo concepto de la dádiva, de buscar paliativos temporales al hambre, a la falta de salud o del conocimiento.

El empresariado venezolano trabaja por acabar con los viejos paradigmas y establecer los caminos y propuestas que contribuyan a la formación de una sociedad en el que el verdadero concepto de la ciudadanía con deberes y derechos se abra camino hacia las clases más necesitadas. 

La Fundación Colinas de San Francisco permite llevar adelante una actividad constante  en las áreas de educación, los servicios médicos odontológicos, apoyo religioso y recreación, aspectos que conforman  el norte para tejer una red que contribuya a mejorar la calidad de vida de las zonas en las que vienen trabajando. 

El ingeniero Benito Rodríguez explica que esta actividad evoluciona de forma consistente hacia la integración de un niño más sano en todos sus aspectos y de un adulto más colaborativo en la búsqueda de ese camino social que implica responsabilizarse por la construcción de un mejor futuro.  Rodríguez quien expresa su compromiso con lo que hace expresa: “Tenemos un compromiso con el bienestar físico y espiritual del prójimo. Todo lo que hacemos, se hace en el nombre de Dios”. Así insiste en la importancia de la fe para llevar adelante estas propuestas que implican un compromiso con el otro. 

Benito Rodríguez y su familia quienes manifiestan un gran arraigo frente a la tierra que los vio nacer y crecer, trabajan en la actualidad por la formación y elaboración de un gran proyecto en el que confluirá todo el trabajo que vienen realizando socialmente, con el fin de involucrar a diversos sectores del empresariado del país.

Ante lo cual Rodríguez expresa: “La fundación central en la que confluirá todo este trabajo que venimos realizando desde hace cuarenta años, nace con el propósito de que converjan  en ella a todos los que desean ayudar, apoyar, incentivar, motivar, crear, comunicar y educar en función del desarrollo social de los menos favorecidos. Propiciando con ello que con nuestro trabajo se pueda ofrecer una gran variedad de recursos esperanzadores que nos permitan convertirnos en un eje inspirador, para que otras personas y organizaciones se aboquen a la creación y activación de propuestas que reafirmen el pensamiento de San Pablo: “La fe sin obras es vacía”.

Mientras se avanza hacia una actividad más global, la Fundación Colinas de San Francisco, trabaja cada día codo a codo con las comunidades cercanas estimulando la motivación, la participación y el convencimiento de que se pueden alcanzar los sueños si se lucha por ellos.